Historias del corazón

Domingo 11 de Octubre, 09:13h.

Era una mañana de domingo. En el cielo los pájaros volvían a volar entorno a su protagonista, el sol, acompañado por la luna en silencio. Todo el mundo dormía plácidamente, pocos eran los que aceptando la realidad habían despertado de su maravilloso mundo de sueños. Pero había dos personas que no habían conciliado el sueño en toda la noche, y curiosamente, vivían en la misma casa.

Nuria y Lucas, cada uno en sus respectivos cuartos, pasaron la noche dando vueltas en sus camas. Cada uno pensando en una misma historia pero con diferentes protagonistas, un amor, posible, pero enfadado. El primero en acabar con esa situación fue Lucas. Cogió su camisa del pijama y se dirigió hacia la cocina para tomar un vaso de agua.  Escasos segundos después, Nuria decidió también bajar a tomar algo, calzó sus zapatillas de andar por casa y salió de su habitación. Así, ambos se encontraron en el pasillo y sin ninguna palabra se abrazaron. Tras unos minutos se separaron y con una simple mirada se dirigieron juntos hacia uno de los cuartos.

- Sé que te pasa algo, tú sabes que me pasa algo, Entonces… ¿Empiezas tú? – Propuso Lucas.

- Si, además creo que necesito hablar de ello.

*

Sábado 10 de Octubre, 21:27h.

Las sorpresas para Nuria aún no habían acabado, tras la aparición de los aviones Marco la había invitado a cenar a su casa donde la había preparado un plato de espaguetis recubiertos de queso deliciosos. La habitación estaba decorada con pétalos de rosas y estaba perfectamente iluminada por unas cuantas velas muy bien situadas. La música se componía de canciones románticas seleccionadas para aquel día. Después de la cena verían una película romántica de esas que a Nuria tanto la gustaban. Todo era perfecto para que aquella noche fuera inolvidable.

Durante la cena compartieron sonrisas y recuerdos, e, incluso, comida. Cantaban sus canciones favoritas y apagaban velas, para, más tarde, volverlas a encender. Todo iba como Marco había planeado, incluso la hora. Tras acabar de comer, Marco se acercó hasta el DVD y puso la película. Rápidamente se dirigió hacia el sofá donde Nuria le esperaba y posó su brazo sobre sus hombros, acercándola aún más junto a él. Todo era maravilloso hasta el momento en el que la pareja de la película se disponía a hacer el amor. Nuria y Marco nunca lo habían echo, aunque más bien Nuria era la única primeriza ya que Marco ya no lo era.

En aquel momento, Marco acercó poco a poco a Nuria hacia sí, cada vez más y más hasta que sus labios se encontraron y empezaron a besarse. Pero Marco, ansioso por algo más, comenzó a desvestir a Nuria empezando por su camisa, mientras ella le ayudaba embriagada por sus caricias y abrazos. Marco loco por continuar empezó a bajar los pantalones a Nuria mientras ella se dedicaba a desabotonar su camiseta. Y así, ambos, siguieron amándose hasta que Marco ciego por la pasión se dispuso a quitarle la ropa interior. Y fue en ese momento cuando Nuria se dio cuenta de que algo iba mal, de que aquello, al menos en ese momento, era un error. Así que rápidamente cogió toda su ropa, incluida su chaqueta, y se empezó a vestir para marcharse cuanto antes. Marco, cogiéndola de la mano intentó retenerla, pero no lo consiguió.

- Venga Nuria, vuelve. Prometo que olvidaré lo que me acabas de hacer y te perdonaré. Te deseo.

- ¿Perdón? Yo a ti no te he hecho nada.

- ¿Cómo que no? Mira cómo me has dejado. Anda vuelve y sigamos donde estábamos. – Replicó Marco ansioso por volver a la situación de hacía dos escasos minutos.

- No, lo siento pero no puedo. ¿Nunca has tenido la sensación de que estás haciendo algo que está mal?

- No.

- Bueno pues yo sí. Y este es uno de esos momentos. – En ese instante Nuria acabó de recoger sus cosas cuando Marco la dijo.

- Nuria como te marches te juro que no te perdonaré y que me enfadaré.

Y esas fueron sus últimas palabras, porque antes de marcharse Nuria le besó en los labios sellando sus palabras y, corriendo, cerró la puerta tras de sí evitando una gran equivocación.

*

Domingo 11 de Octubre, 21:35h.

- Bueno, yo ya he terminado te toca a ti.

- Lo flipo. ¿Y no me llamaste para ir a buscarte? Este tío es un imbécil integral, cuando le vea le pienso partir la cara.

- No no no Lucas para. Deja tu lado machote y cállate. No se lo digas a nadie. ¿Entendido?

Pasados unos segundos Lucas, tras haber reflexionado, dijo:

- De acuerdo, pero te juro que como te vuelva a tocar un pelo no sé lo que haré. – Amenazó, y prosiguiendo con su conversación dijo - Y volviendo con nuestra conversación. Lo mío es mucho más breve, es más te lo resumiré en dos frases. Ruth pasa de mí e intenta liarse con otro tío en mis narices. Y yo, para creerme el mejor, voy y la agarró por la muñeca y la llevo fuera de la discoteca. Conclusión, ella se enfada y yo, echo una mierda, no duermo en toda la noche.

- Y ¿Qué piensas hacer para solucionarlo?

- Hermanita creo que no lo has comprendido. No pienso hacer nada.

- ¿Cómo que no? ¿Estás loco?

- No, vamos a ver, esto es muy sencillo. Está claro que ella no quiere nada conmigo por lo tanto ¿para qué seguir haciéndome ilusiones?

- Pero…

- Pero nada – La interrumpió Lucas – Mejor vayámonos a picar algo ¿Qué te parece?

- Vale, pero no te pongas así. Y ya hablaremos de que no vas a hacer nada.

Y así, los dos hermanos se dirigieron a la cocina para poder olvidar, al menos por unos minutos, sus historias de amor. Aún sin saber que ahora venía lo mejor.


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