Un cambio inesperado

Lunes, 5 de Octubre, 08:30h
Sorprendida vio cómo un chico se chocaba contra ella y cómo sus hojas se quedaban esparcidas por el suelo. Rápidamente se agachó al suelo a recoger todo para poder marcharse lo antes posible, sí, decididamente era un mal día.
-   - Lo siento no te había visto – se disculpó.
-   - Ya sé que no me has visto, anda haz un favor a la humanidad y ve al óptico.
-   - Perdona, ¿Cómo has dicho?
-   - Lo que has oído, ¿o es que acaso también necesitas un buen otorrino? – Respondió irónico Mario.
-   - ¿Nadie nunca te ha dicho que eres insoportable?
-   - ¿Crees acaso que me importa lo que opines? Además ya he perdido el tren y gracias a ti llegaré tarde.
En ese momento Nuria se dio cuenta de que al igual que él llegaba tarde, se maldijo en silencio y se marchó sin prestar más atención a aquel tan poco desconocido.
*
- Llegas tarde.
Qué inteligente podía llegar a ser su jefe.
-   - Lo sé y lo siento.
-   - Mario, si te contraté fue por un favor, ya lo sabes. No quiero que se vuelva a repetir.
-   - Sí claro, claro.
Perfecto, gracias a esa chica no solo había llegado tarde sino que además ahora el jefe le tenía como si fuera una garrapata. Hoy iba a ser un día muy largo.
*
Aquel era su primer menú, su primera comida en la cafetería de la Universidad, dios, todo era de lo más emocionante, menos mal que el profesor de biología también había llegado tarde que si no también habría recibido su primera reprimenda.
Tras haber cogido su comida se dirigió a la mesa en la que le aguardaban sus dos mejores amigos: Cristina y Roberto. Con una amplia sonrisa depositó su bandeja sobre la mesa y les saludó:
-   - Hola chicos, ¿Qué tal?
-   - Bien – respondieron Cristina y Roberto con una mirada de complicidad.
-   - Y tú, ¿Qué tal tu día? – Inquirió Roberto.
-   - Pues la verdad… ¡GENIAL! Aunque hoy no he empezado con buen pie parece que ahora la suerte está de mi lado.
-   - Por cierto, ¿Por qué has llegado tarde hoy? Tú nunca solías llegar tarde a clase en el instituto. – Preguntó Cristina, la más cotilla.
-   - Te enumero si quieres todos los desastres que me han pasado esta mañana: 1, el secador, ese tan bonito que me regaló Ruth, pues se me ha roto, 2, al horario de los autobuses le han debido de salir piernas porque ha desaparecido de mi cartera y, 3, por último, pero no menos emocionante fue que me choqué contra un chico y llegué tarde a clase.
-   - ¡¡¡¡¡¡¡¡UN CHICO!!!!!!!! – Gritaron.
-   - Sí, si un chico, ¿Qué pasa nunca habeis visto uno? Suelen ser altos, con ojos y una nariz que les permite respirar.
-   - Que graciosa, pero ¿Cómo era? –Dijo Cristina.
-   - Pues muy guapo la verdad, aunque yo tengo novio y eso…
-   - ¿Y su culo? – Quiso saber Cristina
-   - Pues muy bien.
-   - ¿Y qué te dijo? – Preguntó Roberto
-   - El muy borde me dijo que necesitaba ir no solo a un óptico sino también a un otorrino.
Ante esa respuesta los tres chicos estallaron en una estruendosa carcajada que se escuchó en toda la cafetería. Realmente, pensó Nuria, el chico no estaba del todo mal, tenía unos ojos azules perfectos, la recordaban el mar, un lugar tan pacífico y a la vez tan salvaje que la maravillaba, un pelo tan negro como la noche y un buen culo, ¡qué pena que fuera tan idiota! De repente levantó la vista de su plato alertada por el silencio que la rodeaba, observó cómo sus amigos la miraban fijamente, al principió se sorprendió pero luego notó la mano de su hermano mellizo en su hombro.
-   - ¿Me has escuchado? – Insistió Lucas algo enfurecido.
-   - No, lo siento. ¿Qué decías?
-   - Que si me das dinero para ir a la maquina a por un refresco.
-   - Sí, sí – Accedió Nuria avergonzada por la escena anterior.
-   - ¡Hola! – Exclamó Ruth alegremente.
-   - Hola – respondieron Nuria, Roberto y Cristina a la vez.
-   - Eh… Hola Ruth…
-   - Hola Lucas… ¿Qué tal?
-   - Pues nada aquí… me iba a comprar un refresco y eso… ¿Oye tu sabes cómo funcionan las máquinas no? ¿Me podrías ayudar?
-   - Eh… claro. Vamos.
*
Y así los tres amigos vieron partir a aquella peculiar pareja.
-   - ¿Qué os apostáis a que estos en menos de dos semanas estarán juntos? – Apostilló Roberto.
-   - Acepto, yo digo que en una – Se aventuró Cristina.
-   - Como sois… Aunque es cierto, ¿Cuánto llevan enamorados el uno del otro? Yo sé que mi hermano está pillado de ella desde tercero y ella me contó que le gustaba él en bachiller. – Informó Nuria.
-   - Pues no sé, pero miradles, si se comen con los ojos… ¡QUÉ BONITO! – Exclamó Cris.
-   - Tú siempre tan romántica… ¡Aunque no sueltas quien te gusta! –Dijo Nuria.
-   - Ni lo sabrás – Respondió Cristina en dirección a Roberto.

   *

      Mientras… A unos metros de distancia Lucas y Ruth se dirigían hacia la máquina de refrescos que se encontraba en la otra esquina de la sala. Aunque Lucas sabía perfectamente cómo funcionaba la máquina le encantaba que Ruth le acompañara. Era una chica preciosa, siempre lo había sido, sus misteriosos ojos verdes le cautivaron desde el primer momento, cada vez que la miraba no podía dejar de pensar en su boca, en cómo sabría el sabor de sus labios, su pelo, largo, rubio, liso, le caía sobre sus hombros para seguir con sus pechos que aunque evitaba mirarlos no podía evitarlo al igual que su culo. Sí, era perfecta, al menos para él. Pero lo que más le gustaba a Lucas no era su físico sino su forma de ser, era tímida, muy inteligente y aunque le costara reconocerlo un poco mandona, pero él sabía que tenía un gran corazón.
      Mientras… A unos metros de distancia Lucas y Ruth se dirigían hacia la máquina de refrescos que se encontraba en la otra esquina de la sala. Ruth se encontraba como en un sueño, un sueño que pronto se acabaría y es que aunque solo estuviera andando junto a él podía llegar a ser muy feliz. Cada vez que puede le mira para observarle. Era un chico un año menor que ella, sin embargo era más alto y delgado. Su pelo era moreno e iba a conjunto de sus ojos marrón chocolate y, además, tenía un cuerpo de gimnasio totalmente escultural. A cualquier chica le gustaría Lucas no solo por su físico sino porque también era un chico gracioso, juerguista y extrovertido, eso todo el mundo lo sabía, pero lo que no sabían era que también existía un Lucas tímido, confidente y paciente debajo de aquella fachada. Ella sabía que tenía un gran corazón.
*
      - No sé cómo lo habría conseguido sin tu ayuda. Muchas gracias.
      - De nada ya sabes que en todo lo que pueda me gustaría ayudarte – Respondió Ruth.
      - ¿Salimos a tomar el aire?
      - Claro.
      En ese preciso instante la alarma de entrada a las clases resonó en toda la cafetería. Caras de, hasta ese momento, felicidad cambiaron a caras de decepción y cansancio, en cambio, la cara de Lucas mostraba la frustración que sentía al percibir que la declaración a su amor sería en otra ocasión. Con un gesto frío se despidieron y cada uno se puso en camino hacia su respectiva clase, pero antes, Ruth se dio la vuelta y le besó en la mejilla, y después salió corriendo. Y así, frotándose la mejilla con una mano, se dirigió hacia su destino sin parar de pensar en lo increíble que era esa chica.
*
      Lunes,  5 de Octubre, 18:00h. 

      Despedido. Despedido. Despedido. Esa era la única palabra que resonaba en su mente. Desde que por la mañana se despertó en la cama de Rosa sabía que no iba a ser un buen día y tenía pinta de que el final no sería mucho mejor. Me han despedido, se repetía de nuevo. Gracias primero, a aquella chica que no sabía ni por donde andaba y después, al tipo de la cerveza. Que si ahora la quiero fría que si ahora lo está demasiado… con tanta tontería qué esperaba su jefe, ¿qué encima le hiciera la pelota?, realmente no le había importando haberle dicho cuatro cosas a la cara a ese capullo, así aprenderá a ser más amable con la gente que le rodea. Dejó que sus pensamientos ocuparan su mente mientras se dirigía al metro. Allí empezó a tocar una canción de esas que la gente adora, una de un amor inesperado con final feliz, con la promesa de que al día siguiente encontraría un nuevo trabajo.

Siguiente Capítulo ♥

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Por cierto me encanta lo que escribes no sé...es tan dinámico... :)
http://ocholetrascualesquiera.blogspot.com

♥... dijo...

Graaciaas ;)
Ya nos icimos seguidorees de tu blog no?
Un beso!

Anónimo dijo...

Me encanta esta historia estoy deseando por ver que pasa :)

Anónimo dijo...

Me encanta!! me siento identificada con Ruth!

Anónimo dijo...

Me estaa encaantando la histooria..:)
mee siento super identificada con ruth por el tipo menor q el tanto tiempo sin q pase nada.. queriendose los dos..
estooy deseando evr q pasa ahoraa :)

Reyes;) dijo...

Me sigue gustando mucho :)
Espero que siga así de bieen
¡ Un besazo ! ;)

Gisel dijo...

¡Hola! ¿como estás? Me encanto el capitulo!, sobre todo la escena del choque, xD jaja, las respuestas de ese chico, y su forma de pensar me recuerdan a un amigo, ¡es igual!, pero bueno, los que siempre se muestran ironicos, y frios, terminan siendo las mejores personas que conoces, o al menos a mi me ha pasado eso :).
Te cuidas muchisimo, y adiós.